miércoles, 5 de noviembre de 2014

¿Por qué no nos lanzamos a la calle contra el #CanonAEDE?

Pueden parecerlo, pero los promotores del canon AEDE no son completamente idiotas. Ni los políticos ni los editores. En primer lugar han sabido controlar bien la información, impidiendo que llegara al gran público por una parte y disfrazándola por otra. Aquello de "tasa Google" no fue un invento casual de un periodista ocurrente: fue lo que en marketing llamarían un naming muy bien pensado para el producto que nos querían vender.

Las fechas en las que los pasos importantes en el camino legislativo tuvieron lugar tampoco fueron inocentes. Recordamos cómo pasó de tapadillo en verano por el Congreso en una comisión infame, sin tan siquiera pasar por el pleno.

Por suerte unos cuantos nos empeñamos en hacer ruido y conseguimos que dejaran de engañarnos con lo de "tasa Google" y prendiera "canon AEDE", si bien la url de este blog es testigo de que yo hubiera preferido "canon Soraya" por nuestra omnímoda vicepresidenta del Gobierno que últimamente es el perejil de todas las salsas. Ella fue la que en último término fue quien coló el nuevo impuesto por la puerta de atrás de la reforma de la Ley de Propiedad Intelectual.

El texto de la LPI es además tan ambiguo y tan chapucero que es difícil explicar a la gente por qué esta reforma es importante y es un atentado contra sus libertades. El propio ministerio no se aclara si las redes sociales están sujetas o no al canon por cita: un día te saca una nota de prensa diciendo que no y al día siguiente sale Wert en Jot Down diciendo que sí. El caso es que a principios de noviembre todavía no se sabe y según el BOE empezaremos a pagarlo el día 1 de enero. ¿Qué? ¿Cuánto? ¿A quién?

El comodín de Podemos.
Esto nos lleva a la convicción de muchos de que tan grande chapuza nunca llegará a ser efectiva. Mucho menos cuando ya hay jurisprudencia europea en contra del texto español. Es un error pensar esto porque si algo saben hacer los políticos españoles es bailar durante su legislatura y pasarles el marrón a los siguientes. Si tenemos la suerte de que el PP vuelva a la oposición en las próximas generales, veremos cómo echan en cara al nuevo Gobierno errores de esta reforma suya.

Por último la desfachatez del rodillo de la mayoría absoluta de Mariano Rajoy y su pandilla. Les da igual todo. Podríamos seguir el ejemplo de Hungría, que reunió miles de personas en su capital para protestar contra un canon sobre el tráfico en Internet. Se sumaría a las huelgas contra la privatización de diversos sectores públicos, contra la reforma laboral, hasta a favor de la República y su escasa repercusión. El Gobierno está convencido de que su futuro depende de organismos internacionales. Y seguramente sea así, aunque sea un futuro laboral en multinacionales, no político al servicio de los ciudadanos.

Comentaba Toño Fraguas en Lo de las noticias que asistimos a un escenario político en el que parece que veamos el final de un partido en el que ambos equipos se conforman con el empate. Hemos dejado de prestar atención a los grandes partidos porque confiamos en el comodín de Podemos. Pero ni Pablo Iglesias ni su formación se han pronunciado aún sobre el tema del canon AEDE. ¿Por qué? ¿Cuál es su postura sobre la prensa libre? ¿También creen que su destino electoral depende del apoyo de las grandes cabeceras clásicas?

Alguien va a acabar en la calle por el canon AEDE. Si no son los políticos, seremos nosotros.

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