jueves, 2 de octubre de 2014

Los medios alemanes y el dinero que encontraban con Google

En las cuentas de algunos medios alemanes están empezando a desaparecer ingresos. Los editores saben muy bien dónde buscarlos, porque es donde todos buscamos las cosas: en Google.


Alemania fue uno de los primeros países en intentar cobrar a los agregadores por cumplir su función, fundamental para el normal desarrollo de Internet. La reacción de Google fue cerrar Google News a todos aquellos que no se dieran de alta en el servicio voluntariamente. Es decir: si tú estás en Google News, es porque quieres, y por tanto no puedes cobrarme por usar un servicio que yo ofrezco y que por otra parte, te beneficia. Sutilezas que se les escapan a los redactores de la reforma de la Ley de Propiedad Intelectual que incluye el canon AEDE.

La reacción de hasta doscientos medios, incluidos Bild, Bunte o Hoerzu y agrupados en VG Media, fue quedarse fuera del agregador. Tras la lógica pérdida de tráfico y por tanto de negocio, decidieron denunciar a Google y otros agregadores por mostrar fragmentos de texto e imágenes en sus búsquedas. La reacción del buscador ha sido simplificar los resultados de búsqueda al máximo, dejándolos en titular y un enlace. Muchos otros agregadores alemanes han sido más directos y han eliminado totalmente a VG Media de sus resultados. 

En el comunicado en el que Google anuncia las medidas sobre las cabeceras de VG Media, Google estima que cada clic que les proporcionan genera unos 12 o 16 céntimos. Y que en conjunto sirve a la prensa alemana unos 5.000 millones de visitas. No hace falta ser adivino para predecir que el resultado será un futuro muy similar a este:


Lo divertido del caso es que los editores alemanes ya han empezado a notar la caída de tráfico y tienen las carteras temblando ante la caída de negocio que eso supone. Como si tapias tu casa y te extrañas de que nadie entre a visitarte.

La LPI incluye medidas que obligarán a los agregadores de noticias a cerrar ante una demanda económica que no podrán satisfacer si quieren mantener sus negocios. Con ellos caerá también el tráfico a los medios de comunicación sin remedio, ya que Soraya Sáenz de Santamaría incluyó en su canonazo la idea de irrenunciabilidad de la tasa: aquí hasta si quieres que te citen y enlacen, quien lo haga deberá pagar. El 7 de octubre el Senado discutirá la LPI: nos quedan unos días para demostrarles que lo que quieren hacer no solo recorta nuestros derechos de expresión e información, sino que también acabará con el sistema editorial español.

Salvo que eso sea lo que quieren.

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