miércoles, 8 de octubre de 2014

El #CanonAEDE, el Senado y la marca España

La Comisión de Cultura del Senado ha cumplido con el guión al pie de la letra. La aplastante mayoría del Partido Popular ha aprobado la ponencia sobre la reforma de la Ley de Propiedad Intelectual propuesta por Soraya Sáenz de Santamaría.

Estos días descubríamos por qué de repente la vicepresidenta tiene tanto interés en el canon AEDE. La presentación de la edición en catalán de la web de El País ha servido de percha para que El Confidencial Digital explique el idilio entre Soraya y el grupo Prisa. En resumen, se trata de salvar una empresa que según el Gobierno, contribuye a la marca España. Y de paso, tienen controlado a un medio que les podría haber atizado con mucha dureza en estos meses de bárcenas, tarjetas negas, ébolas y un largo etcétera.
¡Vivan los novios!
La vicepresienta parece haberse puesto definitivamente tras el timón de la nueva LPI, toda vez que el secretario de Estado de Cultura, José María Lassalle, ha declarado que la reforma ya no depende de su departamento.  Quizá por eso el texto ha pasado por el Senado como una apisonadora.

La sesión de la Comisión no fue tan "divertida" como la del Congreso, pero tuvo sus momentos. Especialmente cuando el conservador Alberto Casero insistía en ofrecer diálogo y consenso a unos senadores que le acusaron por activa y por pasiva de no haber querido hablar con nadie hasta la fecha. Por otra parte, el mismo PP que vapuleó las propuestas del resto de grupos con argumentos como "esas enmiendas no se aceptan porque no son aceptables", ofrecía la mano para hacer transaccionales en el último momento. Entesa les advertía que tras ocho meses de proceso, no parece lo más democrático llegar a acuerdos de último minuto durante la votación de la ley, dando por tanto de plazo hasta el día 15 de octubre, cuando tendrá lugar el pleno correspondiente.

Los momentos de mucha vergüenza ajena llegaron cuando unos y otros se perdían con el montón de papelotes que manejan (se ve que los iPads que pagamos entre todos los tienen en el cajón para que no se estropeen). Y también cuando la presidenta María Gádor Ongil Cores pidió al senador socialista Félix Montes que no usara la palabra "chulería" para referirse a la actitud del PP. Lo que en sí es un acto de chulería (y de incultura) brutal, claro. Lo que todavía estamos esperando es a qué respondan qué sentido tiene cambiar ahora la LPI cuando Europa exigirá nuevos cambios en unos meses y cuando parte del texto que no se va a tocar ahora está pendiente de resolución judicial.

Sobre el tema del canon AEDE en concreto, el PSOE insistió en que es necesario retirar la irrenunciabilidad del mismo. La respuesta de Casero es un claro ejemplo de que nada tiene sentido. Según el portavoz popular, el canon por cita busca que los agregadores lleguen a "acuerdos con los grandes grupos editoriales". Traducido: que Google pague a los miembros de AEDE. Y si es así, es un chantaje con todas las letras en el que todos los demás ciudadanos somos rehenes o daños colaterales.

Entre tanto, claro, Google se defiende. A la retirada de contenidos en sus resultados que ha empezado en Alemania se suma ahora que en la caja de noticias recientes ha añadido toda una oferta de blogs y agregadores, aunque éstos no aparezcan en el listado de medios de Google News. El buscador se desvincula cada vez más de las cabeceras tradicionales e incorpora a sus resultados un tipo de información más libre y cercana a los ciudadanos. Cada paso que damos queda más claro que este vídeo es un ejercicio de futurismo.


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