martes, 20 de mayo de 2014

Cañete ignora la Constitución (y no es el único)

Más de uno se preguntará si me he caído de un De Guindos para darme cuenta de la afirmación que da título a este post. Los partidos gobernantes tienden a interpretar la Constitución como mejor les conviene y a considerar los derechos fundamentales reconocidos en la Carta Magna como meras recomendaciones o consejos bienintencionados de esos perroflautas que fueron los padres de la Constitución del 78.

El artículo que más nos interesa en este blog es el 20, dentro del Título I. En su punto 1.d) recoge el siguiente derecho fundamental:
A comunicar o recibir libremente información veraz por cualquier medio de difusión.
Subrayemos la palabra recibir. Y con negrita y todo: recibir. Por tanto, cuando un medio de comunicación no proporciona una información "veraz", está atentando contra nuestros derechos constitucionales más básicos. Y uso las comillas por ser una cita textual, no por indicar que uso la palabra como la entienden algunos de esos medios.

El Gobierno, cualquier gobierno, atenta contra esos derechos cuando manipula el ecosistema comunicativo con subvenciones a dedo, publicidad institucional o creando un impuesto ad hoc como el canon por cita o canon AEDE. Pero también lo hace cuando su candidato a las elecciones europeas decide que ya ha metido la pata bastante y que deja de hacer entrevistas en los medios no afines.

El candidato Cañete, título digno de la mejor etapa de Bruguera, resbaló en Espejo Público con un comentario tan machista que sin duda habrá publicado el aplauso de su compañero de bancada, el ministro Gallardón. Aún estamos esperando la reacción de Ana Mato, ministra de Igualdad, pero si no se enteraba de los coches que aparecían mágicamente en su garaje, difícilmente tendrá noticia de este caso. Vista la rentabilidad electoral que ha conseguido (para los demás partidos), el comité de campaña ha decidido reeditar la estrategia de avestruz que tan buen resultado le dio a Rajoy en las generales.

Arias Cañete poniendo a prueba su nueva estrategia electoral
Lo malo es que el candidato Cañete no es el único que se retrata al no dejarse ver. Es una práctica habitual del poder, especialmente de este PP aficionado a aparecerse en pantallas de plasma en el mejor de los casos. Julia Otero hace un ejercicio de forense en su columna de El Periódico, que no enlazo porque dicho diario está en contra de tales prácticas. La periodista recuerda como fue Luis del Olmo quien puso contra la espada y la pared radiofónicas a José María Aznar para que concediera una entrevista a Iñaki Gabilondo, la voz más escuchada entonces en las mañanas españolas. Y desde entonces hemos tragado con políticos que no comparecen ante medios críticos, con comparecencias sin preguntas, imágenes institucionales y ruedas de prensa en la que solo los palmeros tienen derecho a preguntar.

La información veraz está secuestrada hasta que un niño (o un bloguero) señale a los políticos y sus medios de comunicación vasallos y nos avise a todos de que, en realidad, van desnudos.

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